¿Qué pasaría si otros mundos se nos develaran?

 Los Consagrados y la ‘otra realidad’

Si el Hombre entrara en contacto con otras realidades del Cosmos, con mundos diversos al nuestro, con seres inteligentes ¿moriría Dios? Sin duda fracasaría la mirada religiosa e institucional que ha colocado al Hombre del Mundo, de fe formal e hipócrita,  cuan predilecto y exclusivo, y se esparciría por el suelo la triza de toda teoría y teología construida sobre el egocentrismo humano.  ¿Entonces con ello caería Jesús, el Buda, Mahoma…? Se desmoronaría sin duda esa humanización  extrema y miope que se ha hecho de seres que siendo Hombres poseían divinidad y espiritualidad que trascendía su apariencia física… ¿Pero acaso no se reforzaría el mensaje espiritual y macro que estos Seres Superiores nos han heredado?

Dios no empequeñece ante un contexto macro, amplio, entramado y complejo, diverso y contradictorio; por el contrario: la Creación de Dios se afirma y enriquece en la medida que ensanchamos nuestra percepción de la realidad y entramos en relación con verdades mayores.

Sin embargo, para un cristiano institucional  cuyo anclaje psicológico es un libro único que es interpretado y predicado por otro – su pastor- colocándose él mismo cuan oveja sin posibilidad de conciencia y discernimiento… O para el católico cuyo sustento cultural es la antigüedad de su institución y la valía del papa cuan autoridad política y moral… O para el hebreo ortodoxo que vive bajo estrictos preceptos y rituales cuyo epicentro es su calidad de pueblo elegido… Cualquier hecho fuera de control, toda eventualidad que cambie el status que le sostiene, significaría una hecatombe de fe y un desastre estructural.

Sucede con todo sistema de creencias basada en aplicaciones mundanas, formales, intelectuales y sociales. Pueden llegar a constituir grandes religiones o masivos movimientos de opinión o de fe común;  y si logran cimentar aquello en sendas estructuras políticas e institucionales conseguirán perdurar e influenciar conjugándose con el juego del poder del que ninguna corporación del mundo puede prescindir si quiere sobrevivir y predominar.

Lo mismo se repite en pequeño en muchas vertientes cuyo foco es alguna ‘verdad’ sostenida y fomentada en torno a un conjunto de creencias cuyo motor es un liderazgo humano  más o menos pretencioso, ego centrista, ambicioso o intelectualmente ‘iluminado’. Siempre es el hambre de Poder y de Predominio aquello que mueve lo pequeño de una secta o lo grande de una religión. Incluso en el ‘lobo solitario’ que pretende ser admirado por su rebelión brillante se repite este presuntuoso  fenómeno humano.

Para sobre vivir en esta concéntrica asimetría es menester radicar ‘la verdad’ en un punto fijo que obligadamente desmienta y condene otros centros con el mismo objetivo,  o bien  inste a ‘los otros’ a integrarse a su única verdad  so pena de condenación y llamas eternas. La agresión, la violencia verbal, la mentira, los inventos falaces sobre supuestos ‘enemigos’  e incluso la guerra ‘santa’ – abierta o encubierta- son entonces trampas  importante para consolidar  al grupo duro que conforma la estructura orgánica del poder que se pretende.  La agresión verbal es una demostración de debilidad, de inseguridad, pero cumple un rol de amalgama en el cimento de los núcleos fanáticos y acérrimos que fungen de correa transmisora en la maquina sectaria.

Esta extraña forma humana la comprobamos en la ciencia, en donde lo nuevo que trasunta lo anterior, es resistido y ridiculizado por quienes  conforman puertos de arribo definitivo y se resisten a seguir navegando en la búsqueda de lo desconocido.  Por ejemplo: los adoradores de la teoría añeja-  y desmentida por los avances de la ciencia genética – sobre la proveniencia del Hombre de los simios…insisten hasta el enojo en su cantinela, y sus petrificados profesores encolerizan  si son puestos ante los hechos que desbaratan tal idea, y no se bajarán de los árboles tan fácilmente ya que de por medio está su razón de ser, de existir…y tendrían que confesar que han enseñado algo errado por años…y tal honestidad es una virtud que poseen pocos en el mundo intelectual y del conocimiento.

Entonces, imaginemos que en medio de estos miles de círculos de ‘verdad’ humana descendiera una verdad mayor que desmintiera a todas esa parcelas y feudos que se auto proclaman absoluto… Sería el fin de este mundo y de esta humanidad como hasta hoy la concebimos y conocemos. Fácil es decirlo, pero en la realidad enfrentaríamos un caos.

Pero desde la práctica Espiritual: en la meditación, la oración, el discernimiento, el retiro del Mundo…La Sabiduría…no se percibe la llegada o develación de otras realidades como un desorden catastrófico; sino que se vive como un enriquecimiento,  y amplitud de una realidad que siempre el Hombre ha tenido sesgada ante sí porque ha considerado a su porcentaje mínimo como a un ‘todo’.

 Que la realidad se acrecenté y cambie ante nuestra creencia y percepción no es un asunto indeseable o traumático para el Hombre que se esmera por alcanzar a Dios en su Reino, y que ha renunciado a la osadía estúpida que lucha por rebajar a Dios a la condición humana y mundana. Por el contrario, el Ser Espiritual sabe que en este Mundo cohabitan ‘Mundos’ más allá de la cotidianidad político-económica del  Hombre. Pues en la meditación que aquieta al Ser de Carne y Alma para que sea el Ser Espiritual quién Viva ya se constata la lucha de polaridad entre principados oscuros y el reino de la luz cuyas realidades son Celestiales, pero también terrenales, y Cósmicas. Realidades que no se ven, y sin embargo son las que determinan las cosas fundamentales de este Mundo. Y esto va desde lo invisible a lo perceptible. Porque no porque no ‘se conozca’ es invisible. Y no porque sea ‘invisible’ no se puede conocer.  Porque así como hay quienes llegan por espiritualidad a percibir la realidad invisible de Dios viviendo entre los Hombres…así también por algún nivel de ‘espiritualidad ‘o misticismo oscuro los Hombres que buscan ejercer poder y predominio sobre este Mundo han llegado a establecer sórdidas y sólidas alianzas con fuentes tiránicas y esclavistas que son invisibles al ojo común, pero reales y concretas en su accionar y existencia.

Aquello que un día el Hombre Común verá ante sí, y lo caotizará, será en verdad aquello que existe y se mueve desde lo invisible desde siempre y que desde siempre ha convivido y definido  al Ser Humano en su andar o desandar.  No olvidemos que el Tiempo que nos rige y condiciona…no existe. Y si vivimos construyendo nuestra historia y memoria sobre algo que no existe…eso ya nos debe dar la dimensión de la desestructura de aquello que en su revelación y develación nos espera.

El Krisna, el Buda y sobre todo el Cristo nos han dejado un Camino Espiritual para que ‘desde el Espíritu’, alcancemos la VIDA, y trascendamos la muerte del cuerpo y los sentidos, y abramos los ojos y oídos espirituales que nos entrelacen con la realidad que no vemos pero que existe  y que nos gobierna.

Los Santos y Sabios de toda época y en toda geografía enseñan que La Sabiduría es el ‘saber de Dios’, y  que todo Medio o Vehículo es un andamiaje de construcción que debe ser desechado al lograr la solidez de la ‘Casa Espiritual’.  Cristo dice a los formales sacerdotes ortodoxos:”¿acaso no es verdad que escrito está: ‘dioses sois’?”  

Llegar al Padre, si entendemos como Padre al Espíritu Creador del cual salimos en Espíritu y al cual debemos regresar En Espíritu,  significa un ‘viaje de retorno’ a nuestros orígenes divinos, no carnales, no mentales, no intelectuales…sino divinos. Pero el escolástico religioso impuso la idea del padre humano, castigador o bondadoso a según de ánimos humanos… Y hay escritos que parecen reconfirmar esa humanidad en los dioses del panteón griego o en los mandatos guerreros y sectarios del dios de  Caín. ¿Puede un ser de otro mundo, oscuro y perverso, soplar al Hombre mandatos de violencia y sangre en el nombre de un dios que el Hombre no ha conocido por Espíritu y sigue por simple creencia humana? ¿Puede un demonio hacerse pasar por el dios de los ejércitos y llamar a masacrar a quienes tilda de ‘extranjeros’?  Y ¿puede el hombre interpretar mal lo que Dios dicta a sus profetas, Santos y Sabios?

Cuando Mahoma escribe sobre la ‘Jidha’ en el Corán nunca hace referencia a guerras entre hombres, sino que claramente expresa una realidad espiritual de guerra entre los hijos de la luz y los destructores infieles. Cuando Cristo declara que no trae la paz, sino la espada, en circunstancia que en otros pasajes insiste en la Paz del Discípulo y de los pacificadores que obtendrán el reino de la Tierra…está haciendo referencia clara a que la paz mundana no es la Paz que se logra estando con Dios. Cristo, siendo Dios propone la Paz de Dios, y la paz del mundo es una tregua mentirosa de guerra latente, y es ante esa paz hipócrita que la Paz de Dios es una espada que irrita a los guerreristas y violentos,  y llama a la coherencia a los que dicen seguir a Cristo. 

Cuando el Buda declara en el Sutra del Loto la realidad cósmica y celestial de su Pertenencia hubo disensos y fugas entre sus seguidores ya que no era lo mismo seguir a un maestro iluminado humano o tener que aceptar la realidad de un Tataghata divino que abría una verdad insondable no mundana ante sus ojos.

Todo lo Espiritual se entiende, debe vivirse,  desde el Espíritu. Pero cuando lo espiritual se aterriza a lo del Mundo, y se aplica en lo mundano…el resultado es un desastre. Las religiones son la interpretación humana-mundana, mental e intelectual de realidades cuyos orígenes y esencia son y siguen siendo divinas. Y por tratarse de aspectos divinos éstos deben VIVIRSE desde y EN Espíritu. Eso es ‘un camino espiritual’, es decir: un recorrido vivencial desde y EN el Espíritu que nos habita, Y no hablamos de camino del  Alma (Psiquis-Sentidos) ni de la mente, ni de las creencias, y menos de dogmas…no tratamos aquí de asuntos filosóficos o religiosos…hablamos de Realidad que se logra visualizar y conocer mediante el Espíritu que es Dios en Nosotros. Y por y EN Espíritu podemos vivir en el Alma lo de Dios, y llevar a nuestra mente la Sabiduría. El Espíritu es la Matriz.

Cristo es Dios y nadie llega al Origen Divino, el Padre, sino no es bajo la Guía de su divinidad. Si Cristo deja de ser Dios y pasa a ser el solo hombre,  Jesús, y la encarnación se queda y muere en la Carne, y el Plan de Dios desaparece…entonces la salvación pasa a convertirse en un símbolo de muerte en la cruz, y jamás el Hombre llegará a Su Elevación por la real e integral Salvación del Cristo Dios. Pero si aceptamos que Cristo es Dios, entonces todo debe ser y aplicarse en lo Espiritual, y nada puede ser formal-religioso. Y si negamos a Cristo Dios y nos engrapamos al Jesús histórico, social, y maestro humano… entonces todo es relativo y dependemos  de nuestra propia creencia. Pero si Cristo es Dios entonces su Evangelio es Ley. ¡Menudo problema de coherencia!

Así como Dios Padre Es Espíritu, y su Reino No es de este Mundo ¿Qué ha de preocuparnos entonces  que se nos devele ante nosotros la existencia de otros mundos y otras formas inteligentes de vida, superiores a nosotros? Porque si fuésemos los Hombres quienes descubriéramos vida inferior y manipulable en otro planeta de seguro le impondríamos nuestra religión y nos alzaríamos cuan dioses extra planetarios sobre esos potenciales esclavos. Pero ante la posibilidad de que seamos nosotros los atrasados… ¡Qué dios nos ayuden! Porque eso sí sería una amenaza a la omnisciencia de los cainitas que han inventado una ilusa realidad para mantener en  la mentira a los habitantes comunes de este mundo. Caería el falso poder del Hombre de este Mundo.

El cristianismo es de todas las religiones la que vive una mayor incongruencia (y por lo mismo sus instituciones e iglesias requieren fortaleza económica, influencia política, armadura cultural y una masa de creyentes que no disminuya  pero que se mantenga acrítica, sin profundidad, carente de observación y plena de omisión ante las evidencias) Porque paradojalmente es la Doctrina de Salvación y la divinidad de Cristo ( y el propósito de poner por Obra la Voluntad del Padre, y el Magisterio del Espíritu Santo)  la fundamenta más sólida y altamente espirituales que contenga cualquier creencia  de fe; bastaría con aplicar en COHERENCIA el Camino Espiritual que propone Cristo, sin quitar una coma ni agregar una interpretación, y  de seguro muchos Seres llegarían a Vivir el Reino de Dios; esto conllevaría a la crisis de las iglesias,  y por ende la exegesis  y la teología serían un remedo para esconder cobardes, y las religiones un oprobio  que se aleja de toda santidad. Porque si de verdad creyéramos y pusiéramos en práctica espiritual el Sermón de la Montaña, solamente,  y viviéramos la condición del Discípulo que Cristo zanja con meridiana claridad…sucedería aquello de que no tendríamos que adorar a Dios en este templo ni en aquella montaña…porque el Hombre viviría a Dios en su Razón y en su Corazón.  La Coherencia espiritual con la Doctrina de Cristo Dios y el Plan de Salvación destruyen la camisa de fuerza impuesta por las iglesias, y reta a la acción de vida a quienes cómodamente entibian lugares en las becerras asambleas.

Quienes viven la Coherencia de la Fe, y han asumido que por Espíritu y por Espiritualidad se logra la percepción superior de la realidad, no pueden temer a que otras verdades macros y supriores desestructuren aquello que ya no se apega a los cánones de este mundo. Porque para quién ya vive en Dios nada lo puede impresionar o sacar de su matriz espiritual.

Quienes viven la Congruencia del Camino del Espíritu y aplican la Coherencia de su Fe no temen a la muerte, y en meditación han sido preparados para ‘pasar por la muerte’ y  favorecer el Salto a la Vida Nueva.  Y eso conduce a no vivir como bajo condena y miedo ante hecatombes y finiquitos cósmicos.

Quién Vive a Cristo no como el hombre histórico en Jesús, sino Cuan Dios y Elohim que ES…El Verbo…el Eterno Yo Soy… no posee inquietudes ante las encarnaciones de Jesús y los falsos profetas y los vanidosos que se postulan a sí mismos.  Porque Cristo es Dios Vivo y si es Dios Vivo tiene palabra, oráculo y presencia ante Los Suyos.

El sabio espiritual no litiga por las cosas que son de Dios. Dios se vive…o no es Dios.

Los Consagrados en Cristo no somos cristianos en cuanto no nos reconocemos en la historia de la cristiandad, ni reivindicamos la apostasía predominante en el sistema eclesiástico. Somos Consagrados en el Cristo Dios. Somos el Sacerdocio Carismático. Somos Discípulos del Cristo Dios, el Verbo, y enseñamos los Evangelios cuan prueba de que la enseñanza y mandatos de Cristo son Ley de Consagración y no  un juego de opciones que deben ser interpretadas y citadas a conveniencia.

Y si se abriera otra tremenda realidad ante nosotros… nada perderíamos, ni en nada nos afectaría en nuestra esencia…Porque desde el primer día de nuestro Compromiso Bautismal  nos hemos dispuesto a entrar en Espíritu al Reino que no es de este Mundo;  y en nuestro sacerdocio ejercemos poderes que no poseen raíz, ni fuente, ni explicación en este Mundo y sus centros de poder mundanos o religiosos. Y no hacemos lo que debemos hacer para nosotros mismos, o para alzar una nueva iglesia u otra religión: sino que nos hemos integrado al Plan de Salvación en calidad de agentes ministrantes y activos consagrados cuya tarea básica es CONSAGRAR CREYENTES y fomentar la capacidad espiritual de todo varón y mujer para el Digno ejercicio del Sacerdocio del Altísimo.

Sabemos que hay otros mundos; y los hay de luz y hacen parte del Plan de Creación; y los hay oscuros y entregados al Plan de dominio y destrucción. Sabemos que la realidad y el tiempo perceptible es una apariencia que se desvanece ante nuestros ojos cuando la disciplina de la Meditación y el Diálogo en la Oración nos abren la Conciencia de Dios.

Conocemos al Cristo Dios, no al hombre histórico, sino al Dios, al Verbo, y nos hemos integrado al Plan de Salvación no desde la cruz y la muerte, sino desde la Victoria de los Tres Días y la Resurrección.

Cualquier Hombre (varón o mujer por igual) que entre en Vida Espiritual nunca será sorprendido ni encandilado por realidades o ficciones que con Sabiduría puede Discernir y conocer.  Principados y Poderes han cohabitado entre nosotros desde siempre: y no hay misterio que Dios no devele a sus leales hijos e hijas.

 

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