Nuestra postura sobre el Aborto

Ya en agosto del año 2013, y en Octubre del 2014 expresamos nuestra Reflexión sobre este tema, que hoy nuevamente está en la palestra debido al proyecto de ley que se discute en el parlamento chileno.

Ambos artículos dejan claro nuestra oposición y condena al Aborto, el cual calificamos de ‘crimen’. Pero abarcamos otros aspectos como la responsabilidad del Estado, la carencia de la Educación sexual real y adecuada, la incongruencia de sectores religiosos anti aborto siempre disponibles para bendecir armas y justificar pedofilia… entre otros varios aspectos vitales. Porque no podemos abordar este tema sin ver contextos y realidad que se extravían cuando desde las barricadas del simple “Sí” o del “No” sin discusión finalmente se enrocan en sus propias trincheras,  carente de toda dialéctica constructiva.  

También  decimos que nosotros separamos: el deber del parlamento para legislar para toda la sociedad, creyentes o no, de diversas religiones o ateos; y por ende el deber nuestro, como de toda religión, regirse por su Fe y Principios; y si estos elementos de valores espirituales y morales no nos permiten apegarnos a una ley del Hombre que nos contradice: simplemente no la tomamos, y optamos en conciencia. Porque la ley que hoy se discute ‘NO obliga’, sino que ‘despenaliza’. Distinto sería si esta ley de aborto ‘obligara’.

Recomendamos acceder en nuestra revista a: “Aborto terapéutico, hablar con la verdad, predicar con el ejemplo”.  Y: “Por la vida sin hipocresía” (Linkeados)

De este último un párrafo que ha sido de discusión, y que tomado fuera de contexto ha servido para confusiones, es el siguiente: “Ahora, si todo demuestra que el Ser en gestación no vivirá por carecer de órganos vitales o por no haber desarrollado masa encefálica, y el Hombre puede ver esto con antelación, seguir su desarrollo y comprobar su fin: ¿No debiera intervenir para salvar a la madre o evitar consecuencias en la mujer?… Claro que siempre en uso de su libertad la mujer debe saber y estar informada, y es, será,  su opción, no de los médicos, sino SU Decisión si proceder o llevar hasta donde sea posible el embarazo. Y eso no lo entendemos como aborto. Ni entendemos las correcciones de los médicos- para bien y bienestar del Hombre-  como ‘milagros humanos’…No nos perdemos: no creemos ni aceptamos ‘hombres- dioses’ creando vidas de mutuo propio. No. Se trata de Proteger la Vida en su calidad de Persona, en base a la libertad y la justicia, y asumiendo la Ciencia como un Bien de Dios que el Hombre debe saber administrar con sabiduría. Se trata de Calidad de vida que en definitiva queda en la opción informada de la mujer. Esto no es aborto. Como lo otro no hace dios al hombre que mejora la vida.”

Lo primero: debe leerse este párrafo en el conjunto del artículo, no fuera de su contexto. Aún más: es recomendable tener ambas cavilaciones (los dos artículos) ante sí para evaluar el sentido de este desarrollo reflexivo.

Lo Segundo: en el tiempo en que se puso en discusión este tema, hace tres años,(2013) se hablaba concretamente de esto: casos de fetos descerebrados o carentes de órganos vitales que hacían imposible la vida y ponían en serio riesgo a la madre. No se esgrimían otras materias, ni circunstancias. El contenido estaba enfocado en estos argumentos.

Tercero: ambos títulos (2013-2014) son reflexiones en medio de una discusión nacional y publica que, como ahora, ponía y argumentaba estos tópicos con ejemplos concretos que hoy se han ampliado y son sustancialmente diferentes, y se han tornado ambiguos y relativos, dejando espacios peligrosos y claramente pro- aborto, ahora sin tapujos.  El proyecto actual fue introducido el año 2015 y en éste podemos apreciar vaguedades en la razón ‘de inviabilidad fetal que ponen en riesgo a la madre’ que bien se pueden prestar para interpretaciones antojadizas. Y las otras dos razones, ya entonces, y ahora, las consideramos altamente irresponsable: porque omite los deberes del Estado en una variada y vital tarea de prevención, sostén y sustento que evitaría el aborto en las dos causas en cuestión.

Por último: para quienes nos hemos Consagrado a Cristo: una ley es válida y superior… la Vida va defendida siempre y en toda circunstancia, incluso la de nuestros enemigos y de quienes nos hacen mal. Y el aborto, siempre, será una abominación y una afrenta a Dios que todo creyente coherente no debe permitirse bajo ningún aspecto.

Dicho esto: no postulamos a sociedades fundamentalistas en donde la ley religiosa se imponga o sujete todo cuerpo legal en una nación. La democracia y el Estado de Derecho, cuan ciudadanos, nos obligan a dar batallas por nuestras ideas, y defender nuestra Fe;  pero a su vez nos impele a reconocer el derecho de toda Republica bien asentada a darse leyes que representen la amplia diversidad de su gente.

7 de septiembre 2016

Sacerdocio bajo la Ley de Cristo

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