Nada que permanezca oculto

El dios de las religiones, la realidad extra-terrestre, el Anti Cristo entre nosotros…el Cristo Dios que ya ha descendido… ¿Qué hacer?

Es recurrente la afirmación, entre ciertos círculos de  la ciencia, de la astronomía y de la llamada ‘ufología’, que sostiene la presencia permanente de seres extra terrestres entre los Hombres, y que dicha acción ha sido cuna, precisamente, de muchos cambios y saltos en la madurez del Ser Humano. El asunto no es tan claro tampoco para los teóricos de los alienígenas ancestrales, pero coinciden en que Dios no existe y los dioses o ángeles son seres superiores de otras galaxias o de otros mundos, incluso avanzados en  el tiempo.  Los textos hindúes, el antiguo testamento, las cronologías indígenas y de pueblos antiguos, etc. supuestamente  cuentan sobre la influencia directa de estos seres que otrora no ‘venían’ a la Tierra sino que habitaban en ésta y eran semi dioses gobernando a los primeros humanos.

Los detractores de estas aseveraciones, cuya orientación religiosa impone un dios  que deja a los Hombres, y sobre todo a los varones  de las instituciones religiosas,  amplio poder y representación… y que sobre un libro, sea la Biblia, el Corán, u otro considerado sagrado, tienen ellos el magisterio y el poder de sanción final… desechan todo este cúmulo de creencias por tratarse de argumentaciones locas que sirven al Anti Cristo, al demonio y a intereses humanos oscuros.  Y así, mientras éstos se cierran a toda realidad que sobre pase sus cánones y esquemas, su poder y sus conclusiones… los seguidores de la religión de los extraterrestres destronan toda existencia divina.

El dios de la cultura religiosa es y ha sido siempre una representación humana, un efecto de la necesidad del Hombre llevada a las connotaciones de Dios o de los dioses. Ese dios ha evolucionado,  y en la historia humana ha tenido cambios contradictorios inexplicables: como ordenar arrasar a un pueblo para posesionar su tierra, y luego proclamar la paz entre los Hombres. Un dios que se desmiente a sí mismo no es más que un Ser similar a los humanos, o es invención de intelectuales y escribas que profetizaban para reyes y reinados… y eso sí produce un dios lleno de contra sentidos.

Cuando el Buda enseña la realidad cósmica-divina, en su sorprendente Sutra del Loto, nos coloca al borde de un abismo que los Hombres negamos, rechazamos y nos llena de pavor. En efecto, es esa enseñanza final del Buda la que causa divisiones y alarmas entre sus seguidores. Cuando el Sabio Lao Tse redacta su vida espiritual en el viaje interior que lo llevará a distinguir a Dios en su Realidad, como consecuencia hubo de soportar abandono, acusaciones y finalmente el desprecio de los filósofos de su tiempo, los cuales creían que a la divinidad se llegaba por la Práctica del Pensamiento Puro. Y cuando Dios encarnó en Jesús, el Cristo, lo proclamaron –si acaso-  como al Mesías ‘esperado’ según ideas políticas y de reinados mundanos. Entonces los seguidores del Buda ahora auto definen qué es auténtico y válido y qué no sirve; y quienes leen el TaoTeKing de Lao Tse o no aferran la realidad que redacta el maestro, o intentan convertir su testimonio en alguna forma de filosofía. Y  quienes se dicen cristianos interpretan a Cristo según su cultura religiosa, pertenencia eclesiástica o conveniencia personal. Así los Hombres tratan los asuntos de Dios: posesionándolos para  propio consumo y acomodándolos para sus fines en este mundo.

Poner en entre dichos al dios de las religiones es una tarea de inteligencia mediana, y no se requiere de mucho; mientras que la defensa de lo indefendible es el llamado a la fe ciega, sin conciencia y sumisa que se le exige al creyente.

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La Dispensación que ha descendido sobre los Hombres, en América del Sur, con la Presencia Viva del Cristo Dios en la pre-cordillera de Los Andes, no fue solamente un estado espiritual  humano, sino que fue, además de altamente espiritual, un cúmulo de hechos tangibles, palpables y manifiestos, con razón, argumentos y planes concretos. Es cierto, los primeros estados de receptividad fueron en Meditación y en Recogimiento Espiritual; luego se abrieron los umbrales de los Oráculos cuan guía de Sabiduría mediante los cuales por años se recibieron indicaciones y orientaciones; y finalmente el Encuentro se produjo en forma evidente  con realidades  inteligentes que sirven al Plan del Reino. Pero todo esto fue aleatorio: el Cristo Vivo fijó su Presencia Divina desde los Estados Espirituales y Oníricos, hasta  el punto de Su Magna Presencia  en Gloria, que no es carnal, pero es perceptible y plenamente consciente.

Quién lee o escucha estas palabras puede no creer, está en su derecho y libertad, pero  si es una persona de Fe debe Orar y entrar en Recogimiento, y con Fe acudir a su relación con Dios para así recibir Testimonio de esta verdad aquí declarada: que el Cristo Vivo ha hecho descender Su Dispensación  y ha declarado el Orden del Plan de Salvación.

En la revelación dictada por el Reino: ‘Plan de Salvación’, se nos enseña que el Padre Es Espíritu, y  es la Luz que da consciencia y razón a toda la Creación. Se nos enseña que antes del Padre hubo  reinado oscuro, no tenebroso, sino un Vacío de Oscuridad que contenía vida, mas no era consciente de Si Misma ni  de la vida que pululaba en su seno. La Raíz era una madre sin Consciencia de Sí Misma, insondable, infinita, atemporal.  Cuando el núcleo de la Luz explosa por primera vez, crea hondas de espacio y tiempo, como dragones retorcidos unos sobre otros, y con eso se da comienzo al Ciclo de la vida consciente de Sí Misma.  El Padre es el primer núcleo de Luz que asume sobre sí la vida consciente: el Yo Soy eterno. El Espíritu del Padre atraviesa toda su Creación.  Sin embargo, el Padre, para sostener su Plan de Creación no puede prescindir de la materia oscura, y la raíz oscura que entra en relación con la Luz toma conciencia de Sí Misma y se une  en armonía con la directriz Creacional del Padre. De este modo Luz y Oscuridad inician el ciclo explosivo e implosivo de la Creación. Hablamos de Reinados Espirituales: no cósmicos, planetarios o de criaturas. La Madre Original cumple roles fundamentales en el Plan de la Luz del Padre: sin ésta la Luz nunca habría podido fijar su Reino. La Madre contiene los archivos de este Plan y el ‘conocimiento’ de la realidad antes de la Conciencia: es el Magisterio de Sabiduría, llamado también ‘Espíritu Santo’… para definir que es ‘Espíritu puro y purificador’.

Los dioses existen: y de los dioses  los dos primeros fueron el Cristo o Hijo Primogénito;  y Luz del Amanecer. Dioses nacidos de Espíritu: tomaron forma de Creación, llamado ‘Cuerpo’, obviamente no cuerpo humano, sino ‘Cuerpo de Creación’ u ‘Ordenador de la materia’.  El Primero se mantuvo leal y fiel al Plan Original; el segundo se desprendió de la Luz y realizó el viaje retrogrado al vientre del reino oscuro que yacía sin conciencia. Allí, con el Poder adquirido en el seno de la Luz, convirtió en Sí Mismo su  luz en Tinieblas, y con tal Poder quiso moldear el Plan de Creación bajo su influencia. No hablamos de Hombres, sino de Fuerzas Espirituales: un texto Hindú dice que el Padre es como cien mil soles en su cénit. Estamos tratando de realidades inconmensurables imposibles de imaginar. El ejercicio humano por reducir a ejemplos conocidos y controlables una realidad inmensa como esta es un acto inútil y de zonza soberbia. Justamente  es ante tal envergadura inasible que empequeñece al Hombre que los intelectuales religiosos y sacerdotes aterrizaron a Dios a cosas concretas, pues de otro modo los Hombres no entenderían, y ellos no podrían gobernar.

Cristo, el Dios nacido del Espíritu del Padre y profundo portador del Magisterio de la Madre Sabiduría, es el Dios Creador de los Hombres y de los ángeles. El Verbo es el Poder por el cual todas las cosas han sido hechas: y es Cristo, el Verbo, el iniciador del Orden de la Creación en términos  universales, como hoy hemos comenzado a conocer.  Antes del Hombre, Cristo, el Verbo Dios, creó a Kólob: una dimensión de materia pura para desde su cuna elevar seres semejantes a su Orden Divina: Los Elohim. 24 Elohim corresponden a una Dimensión de 24 sistemas habitados por Inteligencias dispuestas desde el inicio para fomentar el Plan de Creación.  Los dioses sí existen, y se hallan bajo la Potestad del Cristo Dios, el Hijo Primogénito. 

El Hombre fue creado por los dioses, en obediencia al Gobierno del Verbo,  bajo la misma  condición de un Elohim. Adán es concebido como parte de la divinidad que debía gobernar la creación de la materia. La condición se non qua non  que el Padre fija para toda Creación de Inteligencia es la Libertad con la que deben gozar para ser medidos por sus opciones. El Plan final del Padre es que toda Creación con capacidad de Discernir regrese a su Seno y acrecenté la expansión del Reino de la Luz. Para que esto suceda es menester que la criatura obtenga libertad, y en ésta sepa optar por retornar al Padre. La misma Libertad tuvo el Verbo y se hizo Dios; y la misma libertad tenía LuzBell y se hizo un dios de tinieblas. El Padre no intervendrá jamás sobre la Libertad de quienes son potencialmente dioses o Espíritus destinados a unirse a su Seno y Plan. Por lo demás, el Cristo Dios crea Inteligencias no de raíz propia, sino  de Espíritus que le son entregados por el Padre: el Verbo recibe Espíritus, y de estos Espíritus engendrados en el Padre, el Verbo da forma al Ser Adámico.  La Semejanza del Hombre está en el Espíritu. Todo Hombre es primero Espíritu antes que Carne y materia, y finalmente será Espíritu ya sin Carne ni materia.

El Príncipe Tenebroso tomó residuos de la materia corrupta y sopló vida de Sí Mismo sobre las nacientes criaturas oscuras. Al Principio fomentó 36* mundos propios contrarios a la Luz y a la Creación del Verbo. El Verbo y la Orden Elohim han ido purificando estos mundos y colocando edenes en medio de esta creación luciférica, y poniendo allí a los Adanes para que gobiernen la materia. Esto generó una lucha abierta y permanente entre el Plan de Creación que dirige Cristo y el Plan de Destrucción que comanda el dios caído. El propósito de ‘hacer caer’ al Adán ha sido y fue el objetivo vital del Mal y sus siervos.  Un porcentaje no menor de adanes se han entregado a las tentaciones del rey tenebroso: estos adanes caídos se unieron a mujeres urdidas por los demonios y crearon a un ser llamado Caín. El Hombre Cainita es el producto de una unión manipulada entre adanes y seres demoníacos.  En tanto, los Adanes y sus Evas tuvieron descendencia y fue llamada ‘la generación Santa’ o Abel. ( *Hoy son 18 los mundos plenamente dominados por los Señores del Cosmos: tres reinos de 6 mundos cada uno (6.6.6)

Los Adanes, concebidos cuan dioses, fueron colocados en una tierra muy distinta a la que hoy conocemos, en franjas celestiales, sin contacto con la materia corrupta, en cuatro puntos. Según los puntos cardinales de la Tierra. De estos núcleos originales dos de éstos cayeron en las fauces de la tentación del Gran Manipulador, el cual hizo descender a sus ángeles y Arcontes (Señores del Cosmos) para mentir y engañar al Hombre e inducirlo por vías contrarias al Plan del Verbo. Los otros dos resistieron, mas en el tiempo fueron cayendo también. Pero de estos dos últimos hubo una Generación pura que fue ‘sacada’ del Tiempo conocido y elevada ‘sobre la materia’ en modo que prosiguieran su labor de ayuda a los Hombres extraviados en la confusión sembrada por la inteligencia tenebrosa. De estas Dos Generaciones Elevadas o Salvas, que habitan entre los Hombres sin que éstos lo perciban, son muchas de las manifestaciones que hoy se creen de proveniencia ‘extra-terrestres’. Así como también el Plan Tenebroso sí mueve a los Señores del Cosmos y actúan sobre los Hombres a su modo despótico, salvaje y manipulador de siempre.

Un Hecho que trasmuta definitivamente la situación sucede hace dos mil años: el Verbo Dios encarna en un hombre que conocemos como Jesús. El Plan de Cristo en su Encarnación es arrebatar las Potestades de la Tinieblas que hacían de los Hombres esclavos y sin posibilidad de entrar al Reino de la Luz. Los cainitas estaban hechos esclavos de sus pecados y adoraban a su padre Belcebú. Los Señores del Cosmos engañaban con falsas profecías y mandatos de  guerra y derramamiento de sangre, sacrificios y tiranías: se presentaban bajo nombres que los Hombres reconocían como Dios, y daban señales que los avalaban y así dominaban a las generaciones de Caín. En tanto, la Generación Santa en la Tierra era resguardada por el Reino del Verbo, y en los secretos de la Tierra y en lejanía de los cainitas levantaban reinados de gran progreso y santidad; cuando éstos eran descubiertos e infiltrados por la tentación oscura: eran elevados por sobre la materia para poner a salvo el Plan de Salvación;  y su materia restante era sepultada por el mar, o quemada por fuego cósmico, o dejada a los Cainitas para propia condena. Así sucede con la ciudad de Enoc, y así sucedió con la Jerusalén elevada, dejando la terrenal bajo condena de la guerra, la sangre y los conflictos permanentes. Así sucedió con el Imperio Dorado de Fu Shi en China, que fue elevado, y el Shangrila, y la Ciudad Dorada en Norte América, y el Reino  que se alzó en América del Sur.

Cristo, el Verbo, cesa su presencia carnal en Jesús tomando sobre sí la muerte del Hombre, abandonando el cuerpo de Jesús,  y en su calidad de Dios arrebata las llaves de la muerte de manos de los infiernos, cierra los abismos por donde la vida se repetía sin salvación posible, y expulsa del vientre terráqueo a las fuerzas del principado tenebroso. Abre los Cielos y las Instancias designadas por el Plan del Padre; instaura la Ley de Resurrección; eleva a los Abelitas dormidos en el sueño de la espera; establece la medida del Hombre según sus obras y  siembras de acuerdo al punto de comparación con la calidad de Su Espíritu; y se coloca Él, el Cristo, a cargo de la Conducción de los Hombres de Fe que por Voluntad se propongan llegar a saber la Voluntad del Padre para poner por Obra tal designio. En esto consiste La Salvación.

Cristo, el Dios de los Hombres y de los ángeles, permanece con sus ‘otras ovejas’, con la Generación Santa oculta en la Tierra, por 40 días. Con sus Elohim visita los núcleos de Abel que lo esperaban en Asia y sobre todo en América. Y desde tales hechos la Tierra es un mundo en Transición bajo un Tiempo definido (llamado ‘Meridiano de los Tiempos’) en el cual los expulsados tenebrosos ya no tienen sedes fijas en este planeta, pero sí sobre éste, en lo Macro, y desde estas cercanías influencian a los Hombres  y sostienen el sistema Cainita que se sustenta sobre el reinado del dinero. Las huestes Cósmicas que le sirven actúan sobre los Hombres bajo el manto de ‘maestros’ y maestrías astrales, y los Señores del Cosmos se alimentan de sangre de animales y de humanos, y experimentan genéticamente con el hombre y bestias.

Debajo de la Tierra ha permanecido el Orden del Hijo Primogénito: seres de los mundos que sirven al Plan del Verbo y son avanzadas del  Mundo Original, Kólob. En el vientre de las Aguas han vivido y permanecido  los servidores de la Sabiduría. Hablamos de realidades tangibles, de alta inteligencia y compuesta por Adanes que nunca cayeron y que desde siempre han servido al Plan de Creación.

Estas realidades cósmicas, y de Mundos paralelos que desde siempre han cohabitado con los Hombres, y la influencia de lo tenebroso sobre los Hombres para no permitir que se liberen de su caída, responde, en definitiva, a un Origen y Final Espiritual, generado en los Orígenes Espirituales y que deben confluir, finalmente, en la Realidad Espiritual. Por lo mismo, no hay contradicción entre la constatación de realidades extra-terrestres que no son humanas y la existencia de Dios y la divinidad.

La lucha entre el Bien de Dios y el Mal de las Tinieblas no se restringe solamente a lo místico y personal: es una realidad que atraviesa todo lo Creado y funciona en dimensiones paralelas de Tiempo y Espacio que no se limitan  al conocimiento y la aceptación humana.

Aceptar esta realidad inconmensurable destroza todo pequeño poder humano sobre Dios, y obliga al Hombre a asumir su calidad espiritual, deshaciendo el bagaje cultural  y sus conocimientos, para aceptar por fin una verdad que destrozará todo orden mundano y pondrá al desnudo el Mundo de Caín que maneja el Anti Cristo… y eleva al Hombre consciente  a su Calidad de Adán con responsabilidad activa en este Plan de Creación.

El Anti Cristo es la influencia de las Tinieblas sobre el Hombre envuelto en su avaricia y soberbia, vanidad y endiosamiento, cuyo plan es levantar un mundo Cainita en nombre de Jesús Cristo; enredando la doctrina de Salvación, limitando la figura de Cristo a un maestro, un hombre especial, un profeta entre otros, un hombre que se sacrifica y muere, y una cruz romana que viene endiosada al punto de ser el símbolo de la cultura del cristianismo. El pecado, la culpa y el ritual de sangre son herramientas del Tenebroso, y conducen a la esclavitud espiritual del Hombre que cree en Dios y lo busca. El intelectualismo y la exegesis, la teología y el predominio de especialistas y pastores por sobre la fe de la masa es un modo típico del demonio, nunca de Cristo y del Padre, menos de la Madre Sabiduría. Toda posesión es luciférica.

El Anti Cristo fomenta la dependencia institucional, y empequeñece a Dios en  libros en manos de Hombres que lo interpretan. Niega la Libertad que todo Ser de Fe posee por Gracia, y con esto limita el Poder del Espíritu Santo sobre el Espíritu del Hombre. Propone el Anti Cristo que todo Ser de Fe apunte directo a la toma del Poder mundano o de alguna cuota de Poder personal, o influenciar mediante estructuras corporativas al Poder gobernante; insta a entrar en el mundo del dinero y jugar en el mercado; incentiva el arribismo y el egotismo de las iglesias para que crezcan según masividad, fama, poder, dinero e influencias mundanas.

El Anti Cristo cuenta con siervos que le sirven conscientemente: una camada de víboras que se hallan insertos en las cúpulas de las religiones, de las instituciones sensibles de la sociedad, de las corporaciones económicas y sobre todo de la red militar y de la ciencia. Es una realidad en la influencia cultural y en los modos comunes de entender a Dios, la Fe y la religión. Así, se proclama a Dios y se hace lo contrario de lo que Dios quiere; así se nombra a Jesús y se vacía el profundo sentido de Cristo y se teje una red opuesta al mensaje real del Cristo Dios; se niega la calidad divina de Cristo, y se  esconde la realidad tangible de Cristo, el que actúa en primera persona sin necesidad de pertenencias religiosas. Así también se incentiva la madeja de la ‘nueva era’ en donde el Bien y Mal desaparecen y por lo general culminan adorando a Señores del Cosmos y Entes oscuros disfrazados de luminosos.

El Anti Cristo sostiene el Sistema Cainita de la guerra, de las confrontaciones, de la violencia y de los gobiernos en las sombras.

El Anti Cristo es la intervención abierta de las huestes cósmicas tenebrosas que entregan ciencia y planes precisos a los Cainitas en el Poder para enraizar su influencia y ayudar al Plan de Destrucción y Dominio. Y la reacción furibunda del Anti Cristo llegará… de acuerdo avance el Plan de Salvación y se acerque la ‘Venida de Cristo’ cuan Dios que Es… a la descarada intervención de sus fuerzas, tanto humanas, como cósmicas, mediante una confrontación mundial y un desequilibrio planetario de proporciones que justifique su Tiranía y asegure mil años de control sobre la humanidad.

Cristo debe ser sacado en forma urgente del canon religioso que lo limita a una figura de buen hombre muerto en la cruz: Cristo es Dios de los Hombres y de los Ángeles y posee Gobierno desde Lo Espiritual, Lo Cósmico y Lo Terrenal, y es el Dios del Hombre libre. Los Hombres libres- varones y mujeres- pueden alzarse a la calidad de Adán y hacer parte del Plan de Salvación. El Anti Cristo incentiva la idea que coloca al Hombre en calidad de paria, de víctima incapaz de jugar algún rol, y cuyo destino de esclavitud es imposible de cambiar. Y si alguna vía debe abrirse ante este Hombre: según el Anti Cristo, debe ser mundana, de Poder en el Mundo y de riqueza y fama en el ejercicio de alguna cuota de poder y vanidad.

Encarcelados por la cultura del pecado, de la culpa y del ovejismo… los discípulos del Anti Cristo alzan su alharaca  histérica ante verdades como: que esta Dispensación es una realidad tangible del Cristo Vivo y una posibilidad para que el Hombre se incorpore al Servicio del Plan de Salvación en alianza con  las Órdenes del Verbo que actúan en esta batalla espiritual… y que por ser espiritual no deja de ser concreta, de aquí y ahora,  y también  supra –terrenal.

Al Padre llegamos por Espíritu. Pero nadie alcanzará al Padre si no establece su Pertenencia Voluntaria y Libre, de Fe que mueve montañas, al Cristo Dios:  el Verbo de la Creación, al Salvador de Hombres y Conductor de la Obra del Padre: el Elohim Mayor, el Dios Hijo leal y fiel al Plan de Creación.

Todo es PRIMERO Espiritual. Nada es solamente material, carnal, cósmico o humano. Primero Espiritual y desde Lo Espiritual se debe optar,  elegir, discernir y decidir. Cualquier teoría que desplace Lo Espiritual, la necesidad imperiosa del Hombre por llegar a Su Espíritu, y desde Su Espíritu alcanzar la realidad que le circunda…es trampa del Anti Cristo y de los sostenedores del sistema Cainita. Nadie puede llegar al Espíritu por otro, ni hay alguien que pueda ‘explicar a Dios’ a los demás: Dios no se explica. Solamente podemos enseñar aquello que ya hemos vivido en Espíritu;  y en la enseñanza y guía de lo que hemos Vivido en Espíritu nunca habrá sometimiento, ni esclavitud, ni suplantación. El Sacerdocio de Cristo es maestría espiritual que induce y enseña el Orden de Cristo para que todos los Hombres lleguen por Su Espíritu a la Presencia del Salvador y su Orden de Salvación.

Cristo, el Dios Vivo, nos enseña que ya hemos entrado en los Tiempos de Tribulación, y nos aclara que esta Tribulación no es voluntad de Dios, sino que consecuencia de la influencia Tenebrosa sobre el Hombre. Es inevitable que pasemos por una franja de tiempo altamente conflictiva, de profundos cambios y Tribulaciones a todo nivel: porque el Sistema de Caín está por dominar irremediablemente al Hombre y hacerlo esclavo y colocarlo bajo directo gobierno absolutista del Anti Cristo, por mil años.  La intervención del Poder de Cristo y sus Órdenes chocará con el Plan de Destrucción: el efecto es La Tribulación anunciada, y que ya ha comenzado. Y el Cristo Vivo nos indica que vienen tiempos muy turbios y definitorios para el Hombre común, que no entenderá los acontecimientos y no sabrá interpretarlos y los sufrirá haciendo fácil el engaño de los falsos profetas del Anti Cristo.

Para estar en terreno bien definido, nada de ambiguo o incierto, es que el Cristo Vivo ha hecho descender una Dispensación con un Orden, Camino y Poderes bien disponibles para todo Ser de Fe que acepte disciplinarse en la Acción  de Salvación. Este camino requiere que la persona se disponga a vomitar y desechar toda cultura religiosa adquirida, y coloque fuera de sí cualquier idea preconcebida de Cristo, bajo visión religiosa. Y sepa liberarse de sus propias interpretaciones y conocimientos: porque lo de Dios debe ser recibido en Espíritu bajo plena Humildad, Vaciamiento y Entrega. Esta disposición devocional  es la entrada Espiritual a una realidad que se nos muestra luego en sus efectos materiales y mundanos. Entonces, desde lo Espiritual a lo material, el Hombre adquiere Visión de Dios sobre la realidad…y queda en grado de servir al Plan de Salvación, y desde este plano saber y conocer la Voluntad del Padre en su Espíritu.

Este camino sería largo, o imposible, sin una Intervención Directa del Espíritu Santo en la Fe del Hombre. Es necesario que el Hombre alcance la plenitud de Su Espíritu: es entonces cuando la explosión e implosión de la Creación, en donde la Raíz Oscura Original y la Luz Consciente del Padre se unen y Crean…se manifiesta en Uno Mismo. Es el Nacer de Nuevo espiritual (fuego) y del Alma (aguas) del cual nos habla el Cristo Sabio. Sin este Nacer de Nuevo no se podrá ingresar al Seno del Reino de la Creación. Todo es antes que nada ESPIRITUAL, pero lo Espiritual conduce al Hombre a la vida amplia de la materia y sus realidades invisibles, que son imposibles de ver, entender y concebir  desde lo mundano y carnal.

No hay cambio verdadero o revolución humana sin el Espíritu elevado hacia su Creador. El Hombre es parte de  Planes en conflicto: para dejar de ser víctima y paria, o simple observador o un común ignorante  el Hombre debe asumir su importancia espiritual, no humana o carnal, menos egotista o mundana…su vitalidad y trascendencia se halla en Su Espíritu Elevado en aras de la Voluntad del Padre.

 Pero debemos asumir también que no somos seres aislados, sino parte de una realidad global de la cual no podemos escapar. Nadie debe imaginar que en un mundo muy personal e individual habrá felicidad exclusiva para nuestro ego o alma y un paraíso particular esperándolo. Somos integrantes de una realidad antigua a la cual nos debemos;  y no hay Voluntad de Dios en nosotros que prescinda de esta responsabilidad colectiva y universal.

 

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