Artículo de Enero 2010: Los porfiados hechos: quién tenga ojos… que entienda

En el año 2008 una violenta secuela de tornados azotó por tres semanas la isla de Haití. Hoy, la capital de este país, sumido en una situación paupérrima, se halla prácticamente en el suelo como consecuencia de un excepcional terremoto cuyo epicentro llama la atención de los expertos debido a lo superficial de su punto de sismo, no más de 10 kilómetros de la superficie.

Haití comparte territorio isleño con República Dominicana, y sin embargo todo mal parece concentrado en la parte haitiana, y cualquier persona que indague por Mapa Satelital, en internet, podrá comprobar que esta diferencia se encuentra marcada tajante y clara incluso en la naturaleza.

En México se ha dado a conocer un estudio sobre un ‘fenómeno social’ que golpea esencialmente a los jóvenes: el suicidio. Dos de cada diez habría o intentado o pensado matarse; cuatro de cada diez quiere ser narcotraficante para salir de su incertidumbre; seis de cada diez simplemente no saben qué hacer con su vida.

El invierno más crudo de los últimos tiempos es aquel que azota al Hemisferio Norte; la nieve y el frío, que ha bordeado los 16 grados bajo cero, han alcanzado lugares tradicionalmente cálidos, como zonas de California, en los Estados Unidos.

Mientras que en las alturas andinas el llamado ‘invierno altiplánico’ ha sido particularmente severo este año, involucrando sectores del Perú que nunca antes fueron implicados bajo este fenómeno climático.

Una simple mirada al mundo y los hechos que se suceden a diario nos van entregando aquella visión que desde nuestra Fe se alzan cuan verificación de tiempos anunciados. Nada debe pasar desapercibido, incluso la muestra de un solo caso puede denunciar una cadena de eventos que se van entrelazando y nos entregan un hecho único que debemos tener en consideración.

Por ejemplo, el caso del cura católico de Melipilla, que resultó tener amante e hijos, y con la complicidad de su mujer violaba niños, incluyendo a su propia hija.  Hace semanas se dio a conocer que la iglesia de Irlanda confesaba la práctica pedófila entre sus miembros… de hace 40 años. Si tales depravaciones se han dado masivamente, sin olvidar la Curia de Chicago, algo no anda bien… y en cuanto a la coherencia con la fe: algo anda al revés y bien podemos hablar de una tangible e innegable presencia del anti Cristo en estos desgraciados eventos.

Para hilar y tejer se requiere voluntad de saber: la red de información que nos ofrece Internet, el Cable y los noticieros internacionales, elimina y se contrapone a la mala información de la televisión chilena y a la escasa presencia de periódicos de papel, y sobre todo contrapesa la ligereza y banalidad de contenido que en estos medios podemos constatar. ¿Hay una mano única que edita y define los noticiarios en la televisión chilena? Resulta extraño que a partir de la misma hora tengamos ante nosotros idénticas noticias, casi al unísono, y todas repletas de lugares comunes, misceláneas, amarillismo y pésimo periodismo (además de pobre lenguaje). Muchos hechos suceden en el planeta, pero la información que se filtra en los medios de Chile es mínima y minimizada ¿Intencional? ¿Podemos pensar que se estudia en la universidad una carrera de comunicación para la superficialidad y cretinismo que podemos constatar cada día en los noticiarios y en la mala prensa de parafernalia? Luego, el chileno común no tiene opinión sobre la reunión de Copenhague, ve parcialmente un hecho específico y no logra unir los eventos, tiene opiniones sesgadas y defiende posturas corporativas (iglesia, partido, etc.), ideologizadas y fanáticas en su ceguera y miopía, y quién más… entrega pareceres subjetivos a partir de una mirada absolutamente desinformada.

Pero quienes quieren tejer su red de saber e informarse no se quedan en lo chato y banal que se impone por los medios, sino que va en búsqueda de los hechos para tener una visión global y formarse un criterio objetivo sobre la realidad.  Ahora bien, desde esa práctica de ‘querer saber e informarse’ es que podemos alzar el nivel de todo diálogo, y es encima de dicha plataforma de inteligencia que nosotros, Consagrados y Sacerdotes en este Camino de Sabiduría, bajo la guía de un Cristo Vivo y Victorioso, podemos y queremos exponer nuestro mensaje y dialogar, y también criticar, pues la crítica bien fundamentada ante otros,  que también saben de aquello que se está  hablando, suele ser muy enriquecedor y constructivo. Al contrario: colocar temas que son contestados en base a la ignorancia y el fanatismo, o según pareceres subjetivos y pequeños, es fatigoso, desalentador y otra arista de un barómetro que marca a la baja y a lo oscuro.

Sí, los hechos lamentables en Haití, y cada episodio que vamos entretejiendo, nos van armando ante nuestros ojos aquel panorama que desde 1991 estamos recibiendo por parte de un Reino Celestial Vivo, Tangible y Divino: el Dios Vivo. Declaramos  esto y somos tildados de locos y dementes. Pero no hay demencia y enajenación más grave y patética que aquella de tener miles de hechos sucediendo ante nuestros ojos y no querer ver, y optar por la ilusión y los falsos colores de una realidad que se está cayendo a pedazos. Esa locura es la del mundo y de quienes se han apegado a lo mundano. Nuestra locura es la de hilvanar cosas concretas, visibles, hechos tangibles y reales para cerciorar la verdad que nos revela un Cristo que no está muerto en el yeso de una figura en una iglesia, sino que es Dios Vivo avisando y preparando a los Suyos. Por lo demás, no pretendemos que todos crean, pero al menos queremos hablar con bases, con saber, con ideas, con inteligencia, con hechos objetivos y objetividad… y sobre esa altura fundamental separar la postura de aquel que carece de fe y, en otra vereda, la visión de la Fe que mueve conciencias y garantiza hallar la luz al final de este túnel llamado ‘Tribulación’.

Sacerdote Ricardo Andreé

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