Es verdad, tanto intentar exponer aquello que se vive en dios cada día… que al final nos llenamos de palabras, ideas, imágenes y conceptos, y así empequeñecemos la vivencia, y a Dios.
‘La gente no lee los textos largos’ nos dice el publicista. Y tampoco los textos cortos, sólo los banales, es la respuesta que damos según la realidad. Y es que asistimos a una época en donde las ideas, causas y propuestas trascendentes se han minimizado y esfumado entre el chat y la cobardía de decir cosas sin nunca dar la cara. Nos movemos sobre el terreno incierto e impreciso de las religiones, y eso en parte es político. Pero nuestra propuesta es Espiritual, y no se entra bajo este alero hasta que la persona no ve sus vigas y conoce sus entrañas: solamente la experiencia hace de este Camino una Verdad innegable.
Proponemos entonces entrar a lo místico, a lo Espiritual, sin palabras en exceso, pero en base a claridad de propósitos y bien establecidas formas, que son aquellas que Cristo nos ha Enseñado e Inducido. Y esto no requiere muchas palabras: sino voluntad de Fe. Concordamos: lo de Dios es simple, el Camino Espiritual es una senda llana… somos los Hombres los que ponemos el obstáculo y la dificultad.