Editorial Nro 10: Cristo Habló… y Gobierna

 

Ojos

Si Cristo fuese no más que un hombre que murió en la cruz, y en su elevación ‘se hizo’ hijo de Dios, y en su reemplazo designó a la iglesia y a los varones como a sus representantes… O si Dios habló solamente con Israel, y es un libro la única palabra de un Dios que se presta para la interpretación de los teólogos y exégetas… entonces no es posible aceptar que Cristo, el Dios de los Hombres y de los Ángeles, es autoridad que define sus propios planes y dispensaciones.

Inútil entrar en debate ante tales argumentos: nosotros damos testimonio de aquello que hemos vivido y que en nuestra Consagración vivimos cada día.

El 21 de Diciembre de 1991 Dios se manifestó en Poder y Magnificencia en una colina de la pre-cordillera de Los Andes, al interior del Valle del Aconcagua, en Chile. Cristo Habló. En Julio de 1996 dictó el Libro de La Ley (La Ley para la Consagración del Creyente). En Octubre de 1996 El Reino llenó la misma montaña de luces y potencia y declaró el Plan para este Tiempo de Vísperas y Tribulación. Cristo reveló la ‘Historia Oculta de los Hombres Perfectos’, un episodio desconocido por la historiografía oficial que declara como fue el fin de la generación de Abel en estas Tierras de América, y cómo el cainita llevó a cabo su exterminio un poco antes de la llegada de los Europeos.

Consecuencia de estas Revelaciones es que hoy existimos como Sacerdotes bajo la Ley de JesúsCristo, y es nuestra tarea Consagrar Creyentes sin alzar nueva iglesia, ni seguir la cultura del ovejismo y el pastoreo impuesto por la mala interpretación del cristianismo europeo, desde la Apostasía de Constantino en adelante.

Nuestra misión es Consagrar Creyentes, no convencer incrédulos. No debemos levantar una religión y menos una estructura institucional del mundo. Debemos enseñar aquello que Cristo nos ha enseñado: relacionarnos en Espíritu con el Reino del Padre, tomando a Cristo como a nuestro Salvador Personal y único guía divino hacia la Potestad del Padre Creador.

Sin Sabiduría no hay Consagración. No llegamos a este punto de Fe por pertenencia a una iglesia, sino que por conducción de La Sabiduría. No por conocimiento entendemos los secretos y misterios, sino por Sabiduría. Sabiduría es la Madre que todo lo sabe y todo lo enseña a su modo divino: El Espíritu Santo. Vivimos a la Madre Sabiduría como a la única fuente de omnisciencia y único centro de emanación de Poderes.

Y Cristo nos habla. Y nada hacemos sin la venia y bendición del Cristo que nos Gobierna.

Este es nuestro testimonio. He aquí nuestra realidad y verdad. Y esto es en esencia aquello que ofrecemos a todo creyente que sienta este Llamado en su interior. Oren y pidan palabra en las Escrituras de La Biblia: no nosotros nos avalamos a nosotros mismos, es Dios quién da Testimonio de sus servidores.

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