Archivo: El Sacerdocio de nuestros ancestros.

ancestros-chinos-1En Centro América y en el sur de Norte América se hallan vestigios arqueológicos que nos hablan de la existencia de vastas civilizaciones con una cultura y conocimientos similares a los antiguos egipcios y de las regiones Mesopotámicas. En Sur América abundan los indicios de influencias asiáticas. No parece haber duda alguna entre los estudiosos: América fue tierra de grandes olas migratorias de otras geografías, desde remotos tiempos inclusive, cuando el estrecho de Bering era un continente y las formas terrestres eran diversas a las actuales.

Nosotros no tenemos dudas, y la revelación del Reino nos verifica que ocho de las diez tribus extraviadas de Israel también alcanzaron las riberas de los mares americanos. Así también lo hicieron en tiempos inmemorables los clanes de Mongolia y, más tarde, las bien estructuradas avanzadas chinas. Tanto los israelitas como los asiáticos trajeron hasta nuestras tierras su arquitectura, sus formas de gobierno y su religión.

 

dsc01299Desde el punto de vista del Plan de Dios, estos movimientos no fueron casuales. Casi en secreto, sin que la historia humana lo registre, al menos hasta ahora, a espaldas de los europeos, en América se alzaron reinados y civilizaciones que vivieron y se extinguieron antes de que el occidental supiera de su plena existencia. ¿Por qué esto?

Israelitas y Asiáticos trajeron su Sacerdocio, su creencia monoteísta y su cultura religiosa. Para los cristianos medievales de Europa fue impactante saber que unos «bárbaros» e «hirsutos» indios poseían escritura, matemáticas, astrología y cosmogonía, conocimientos de un Dios único y una amplia gama de ciencias y arquitectura. ¿Cómo podía ser que Dios hubiera alzado tales reinados sin conocimiento de los reyes europeos y el papado omnipresente? Así se ordena entonces aplastar todo vestigio de civilización india. Lo que sobrevive de la religiosidad antigua hasta nuestros días es sobretodo el chamanismo y algunos rituales, pero la esencia de aquellos sacerdocios quedó sepultada junto con sus adeptos y sabios.

Las formas israelitas o mesopotámicas son fáciles de rastrear o comprender gracias a la cultura bíblica de la influencia religiosa predominante; sin embargo, el sacerdocio de raíz asiática resulta absolutamente un misterio. Para comprender las formas, las leyes espirituales y los rituales que poseían nuestros ancestros de origen asiático, tenemos un libro que nos acerca bastante a la sabiduría y la cosmogonía que fue predominante en nuestro suelo hace siglos atrás: el Libro de los Cambios, el I Ching.

libro-wilhemConocido como un libro oracular, el I Ching es en verdad la base de la sabiduría y de la espiritualidad de los antiguos santos y sabios que guiaron a gran parte de China, Corea, Japón y América del Sur.

El Sacerdocio de estos sabios era llamado «Sacerdocio del Jade de las Alturas» y era un título póstumo que se entregaba a los sacerdotes cuando éstos habían cumplido cabalmente con su santidad en la Tierra. La piedra de Jade era su símbolo sagrado y existen muchos indicios arqueológicos sobre la utilización ritual de esta piedra tanto en Asia como en América.

Este sacerdocio cesó en América en 1464, debido a la caída de los reinados que se sostenían en base a los regentes de sabiduría. En China y Corea cesó en 1914 como estructura definida. Desde entonces este sacerdocio se ha mantenido en hombres aislados cuyo contacto con los Sabios ya hechos «dioses» o un tipo de ángeles (llamados «ángeles de paz») les ha permitido heredar este título a través del tiempo.

No es un sacerdocio para alzar religiones o poderes en este mundo, sino que es un sacerdocio que permite que los Hombres comunes de este mundo entren en contacto con la sabiduría de los maestros que aún se hallan cerca de nuestro mundo para guiamos y orientarnos. Es pues, el mismo poder que conocieron nuestros ancestros, y quizás muchos de ellos se hallan entre los santos y sabios que desde el Cielo nos siguen haciendo llegar su palabra justa y su consejo certero.

Tratándose de un poder sacerdotal antiguo,  cuyo inicio tiene su raíz en el Padre del Imperio Amarillo, Fu-Shi, siete mil años antes de Cristo, habiendo recibido la revelación de la existencia de Cristo, el Hijo Primogénito, (que quedó escrita en el signo 51 del I Ching), este sacerdocio no podía activarse correctamente entre los Hombres sin un acto de Fe y Reconocimiento al Tiempo y la Generación que abrió el Hecho Crístico.

sala-de-los-ancestros-chinosOchenta años antes de su eventual desaparición, los maestros en China, tuvieron el aviso de que las escrituras serían rescatadas por alguien elegido desde existencia pre-terrenal y que este hombre sería el primero en unir lo antiguo de este sacerdocio con el «Hecho Crístico», (hecho conocido entre los sabios como «el estremecimiento del Gran Príncipe»). Efectivamente, en 1906 Richard Wilhelm, un misionero adventista, salva las escrituras de su exterminio y traslada su traducción y muchos originales a Europa. Este cristiano establece comparaciones y semejanzas entre lo bíblico y el I Ching, pero ante la posibilidad de «consagrar el sacerdocio del Jade» con la Fe en Cristo, titubeó y cayó en una profunda crisis de identidad. Muchos estudiosos Europeos y algunos chinos que se trasladaron a los Estados Unidos prosiguieron la labor que no culminara Wilhelm. Gracias a ellos y su silenciosa labor, el Sacerdocio del jade de las Alturas ha seguido activo en la Tierra, sin embargo, existían aún dos carencias vitales en esta Consagración: a) no había retomado sus raíces en América; b) ninguno de sus activos sacerdotes poseía el Sacerdocio de Cristo que uniera ambos Sellos en Uno.

Nuestra Obra tiene, entre otros objetivos difundir la existencia del sacerdocio de nuestros ancestros, y desde que el Sacerdocio del Jade de las Alturas fue unido bajo el Sello de Melquisedec, tenemos la misión de refundar el poder de la Sabiduría en nuestras tierras americanas.

Hoy el Sacerdocio de nuestros ancestros se halla activo nuevamente en América, esta vez bajo la potestad y la autoridad del Sello Crístico de Melquisedec. De esta forma, los dos Sacerdocios de los dos pueblos que Dios trasladó hasta estas tierras, hoy son UNO SOLO. Este Sacerdocio de Jade ha quedado establecido en el contexto del Sacerdocio Mayor de Melquisedec, bajo el nombre de «Llave de los Ancestros».

Esta realidad nos entrega la potestad para establecer que el I Ching es un Libro Sagrado que no puede ser escrutado de verdad si no lo es bajo la autoridad de las Llaves del Sacerdocio. Toda persona común puede acceder al Libro, pero los misterios y las claves nunca serán descubiertas, sino por quienes poseemos la venia y la consagración de los Maestros de Sabiduría. Nuestro Sacerdocio de Melquisedec ha unido las raíces de nuestros antepasados… y es Chile el lugar indicado por el Cielo para abrir esta dispensación de sabiduría ancestral.

Extractado de Boletin Nro 4 – Septiembre 1999

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