– Crísticos. Evangelistas. Carismáticos – Parte 2

¿Por qué no somos ‘cristianos’?

  1. Creemos y somos leales a la Fe en Cristo, Dios Salvador, el Verbo del Padre, Conductor y Gobernante de Hombres y de Ángeles. Hacemos nuestra la declaración de Juan 1 en cuanto Cristo es el Verbo y es divinidad al igual que Dios Padre, desde antes de que el mundo fuese; y que recibe del Padre la Potestad Divina sobre los Hombres y los Mundos como el nuestro.

  2. Somos Universales en cuanto aceptamos la Magna Presencia de Tres dioses venidos a los Hombres en distintas fases de su Toma de Conciencia: el Krishna, que elevó la Calidad del Humano para sacarlo del ciclo bestial y básico de su desarrollo como Estirpe. El Buda, que enseñó al Hombre los misterios de la muerte, el vacío, el nirvana y la temporalidad que debe postular a lo perenne. Y el Cristo, el Hijo de Dios Padre, el Elohim Mayor, quien definitivamente encarna en Jesús para pagar la deuda de la Caída Humana, vencer a las fuerzas tenebrosas que poseían el dominio del paso por la muerte, y restaurar la preeminencia del Espíritu de Dios en el Hombre.

  3. Vemos, verificamos en la labor elevadora y trascendente de los dioses, un Plan para, primero preparar el Camino del Hombre hacia el Cielo, y luego el sello de Vida Eterna que sólo el Dios Mayor, el Cristo, pudo entregar y consignar en Gracia a los Hombres. Sin la previa elevación de la Conciencia humana con el Krishna, y sin las aperturas magníficas del Buda… el Gran Salto Crístico nunca hubiese podido constatarse en el Hombre.

  4. Esta realidad reveladora ha sido mermada, apagada, desconocida y finalmente ignorada por la necesidad política de los Hombres en su lucha por el Poder y el Mando entre los Hombres, y bajo tal propósito han inventado la Religión como vía para aunar voluntades esclavas en torno a supuestos mandatos divinos de los cuales ellos, los mandantes, son supuestamente ungidos. Y de este modo, en el nombre de Dios se han llevado a término las más grandes atrocidades en la historia de esta Estirpe Cainita al Mando de este Mundo.

  5. También Cristo ha caído en las fauces de la apostasía: y es apostasía aquella religiosidad institucional que en el nombre de Jesús niega la potestad divina del Cristo, y eleva la cruz como único elemento de hipotética salvación, y esconde los Hechos posteriores; y finalmente ha restaurado la doctrina de la prevalencia del pecado por encima de la Fe.

  6. La historia de la cristiandad está repleta de aberraciones y actos contrarios a los Evangelios y a las Enseñanzas de JesúsCristo. Las ‘interpretaciones’ escolásticas y convenientes de pasajes de los Evangelios, parciales en muchos casos, fuera de contexto en su mayoría, conllevan a prédicas contrarias y opuestas al Espíritu y a la letra que hemos heredado de los Evangelistas y del apóstol Pablo. Como la falacia de que Cristo en Jesús habría ordenado alzar una institución eclesiástica: en condiciones que hablando en Arameo y siendo profundamente judío, Jesús JAMAS pudo usar la palabra ‘iglesia’ que es Griega y que significa ‘asamblea de representantes’. Y siendo Dios en Jesús habló al Espíritu de Pedro, que en ese momento declaró con fuerza que Él, JesúsCristo, era el Mesías, Hijo de Dios, y ante esta manifestación del Espíritu del más obtuso de los apóstoles declara Cristo que sobre ese Espíritu alzará su TEMPLO, y el Mal no podrá contra éste. Cristo habla de Espíritu. De Espiritualidad. De Templo, de Tabernáculo Espiritual en el Hombre. De la Verdad revelada por el Espíritu. Nunca pudo pensar siquiera en algo similar a una iglesia. Eso es una de las más grandes tergiversaciones de la apostasía.

  7. Las luchas de poder político, y la plena inserción de la religión cristiana al sistema del dinero, del Mundo y de las instituciones mundanas no corresponden a la realidad de la Fe que Cristo nos enseña en los Evangelios; y por mucho los contenidos en el Sermón de la Montaña han sido vapuleados y enterrados por siglos y hasta la actualidad por el mundo de la cristiandad.

  8. No somos cristianos, porque serlo o declararse tal sería asumir una historia que no nos pertenece y que sentimos ajena y contraria a la Fe. No somos cristianos porque serlo equivale a reivindicar el concepto de iglesia e institucionalidad eclesiástica que es copia del antiguo modelo sacerdotal que Cristo abolió con los Hechos de Salvación y que bien explica Pablo en sus cartas a romanos y hebreos. No somos cristianos porque la caída moral de la cristiandad requiere hoy un acto definitorio: elevar a Cristo en su realidad divina y salvar la Fe en su Potestad de las ataduras de los malos Hombres que han apostatado de su divinidad y Herencia Santa.

  9. Somos Consagrados En y A Cristo. Somos Crísticos en cuanto asumimos a Cristo como un Camino de Vida. Concebimos a Cristo como a Nuestro Dios y ponemos por plataforma de acción la esencia y corazón de los Evangelios. Vivimos a Cristo cuan LEY. Cristo es Ley de Vida. Por ende las enseñanzas que nos hereda desde su Encarnación en Jesús son para nosotros LEY, no palabras relativas para interpretar según conveniencia.

  10. Entendemos los Hechos de Salvación como un Plan de Dios: en donde hubo una preparación para la encarnación del Elohim en Jesús (profetas); que hubo intervención Divina en la concepción de Jesús en la predestinada y elegida María; que Jesús, siendo encarnación del Cristo, no requirió de maestros humanos para su Sabiduría sino que su Espíritu siempre fue Santo y Sabio; que en sus años previos a Los Hechos hizo y enseñó lo que hoy sabemos, no para alzar instituciones o gobernar Hombres al estilo mundano, sino para fijar enseñanzas y revelaciones para Los Suyos, y demostrar al Mundo que Él era y Es el Dios Salvador. Y que habiendo una deuda de los Hombres debido a la Caída de la estirpe Adámica por instigación de los Cainitas, Jesús debía pagar por tal aberración Humana, pues de pagar el Hombre no tendría posibilidad de existencia. Tal Hecho de Gracia llevó a la encarnación del Verbo a sufrir y padecer en manos de los representantes del Mundo (romanos) por instigación del mundo religioso (sacerdotes hebreos). De esta manera Jesús paga la deuda del Cainita entregando su vida carnal y temporal en la cruz de los romanos. Pagada la deuda… la Salvación no era aún un Camino. El pago de la deuda por si sola NO abre una senda de superación y elevación.

  11. Por Tres Días, Cristo, ya no en Jesús, sino en su plena potestad divina, mientras el cuerpo de Jesús yacía muerto en la cruz de los romanos, descendió hasta el corazón del principado luciferino y arrebató de su gobierno el Poder que este poder malvado poseía sobre el Paso por la muerte de las Almas de los Hombres. Sí, porque la Caída Cainita había entregado las llaves de la muerte a las fuerzas tenebrosas, y el Hombre NO tenía ante sí sino los infiernos, o la ‘rueda del eterno retorno’ o, de ser santos, dormir el sueño de la espera. Los Cielos yacían cerrados. El Hombre era esclavo. No había elevación posible. La muerte era una tragedia sin esperanza. El Espíritu de Dios estaba enclaustrado, y no era prevalente en el Hombre. Bajo esa Ley de Vida, la antigua ley, yacía el Hombre sin posibilidad de Salvación. Y Cristo Dios, en los Tres Días cambió y abolió esa Ley antigua de Caída, y puso bajo su Potestad la Ley de Salvación.

  12. Desde los Hechos de los Tres Días los santos que dormían el sueño de la espera ascendieron por Resurrección: y desde entonces todos los Seres con Fe en Cristo y su Divinidad entrarán bajo la Ley de Resurrección. Desde los Tres Días todos los Hombres seremos medidos y hemos sido medidas por nuestras Obras (por los frutos seremos reconocidos); desde los Tres Días los infiernos ya no son un portal abierto y predominante, y los abismos han sido cerrados: sólo los Hijos de Perdición, aquellos que optan por la maldad sin arrepentirse ni someterse al perdón, son habitantes naturales de los infiernos, mas, tales estados infernales NO son potestad de Dios, sino espacios del Mal y su principado. La idea errada y malévola de que Dios manda y gobierna los infiernos, y envía almas a éste, es una instigación maligna que pretende poner al Dios de Amor y Justicia cuan demonio iracundo y vengativo. Esa es una distorsión de la apostasía. Cristo nos revela que el Padre posee muchas instancias para que de algún modo todos obtengamos Salvación.

  13. Desde los Tres Días de Victoria tenemos el DEBER de ascender a lo más alto de nuestra capacidad de santidad: y eso se describe en el objetivo de… poner por obra la Voluntad del Padre. Nadie entrará al Reino de los Cielos si no pone por Obra el designio y Voluntad del Padre Creador. Tal es ahora la meta y trascendencia que el Hombre debe lograr. Y como tan alto propósito es imposible alcanzar sin SABIDURIA y sin ESPIRITUALIDAD, el Cristo Justo al culminar los 40 días posteriores a su Victoria de Tres Días, envió sobre el Espíritu de los Seres de Fe a un Espíritu Mayor, de santidad y de Poder, de Sabiduría y de abogacía: el Espíritu Santo. Es decir: la Victoria de los Tres Días y la Ley de Resurrección; los 40 días de Restauración y de Visita a sus ‘otros rediles’ (las estirpes adámicas de Abel esparcidas por el mundo); y el descenso del Espíritu Madre… son en su conjunto la VIA de SALVACIÓN. Y sin estos HECHOS el pago en la cruz romana quedaría acéfalo, sin sentido, sin salida, sin ascenso posible… y estaríamos aún condenados a la ley del pecado. El pago en la cruz de los romanos tiene sentido y razón sólo si comprendemos y aceptamos los Hechos posteriores que definen un Cambio sustancial y metas superiores a lograr.

  14. La ley del pecado fue abolida por estos Hechos de Salvación, por el conjunto de Hechos de Salvación, y la Potestad del Cristo VIVO, el Cristo Dios, hace IMPOSIBLE que el pecado sea más fuerte y prevalente que la Fe en Cristo cuan Salvador y Conductor al Padre Creador. La apostasía ha levantado la ley del pecado cuan mácula perenne que ni siquiera Cristo ha eliminado; como si Cristo nunca hubiese venido. Y sobre la preeminencia artificial del pecado por encima de la Gracia, han levantado la necesidad de la religión que esclaviza la espiritualidad de los Hombres y les somete a las formalidades sin Conciencia. Y para tal innoble propósito insisten con majadería en un Jesús varón, social, religioso, milagroso… pero varón y humano al fin y al cabo… y niegan a Cristo en Jesús, y desconocen la divinidad encarnada y los propósitos de Salvación, reduciendo todo a símbolos que dejan las cosas tal y cual estaban antes de Los Hechos de Cristo.

  15. Desde Cristo YA NO NACEMOS en pecado. Ahora NOS hacemos al pecado. Pero la Fe en la Divinidad de Cristo cuan Dios Salvador, y la Fe puesta en Acción de Coherencia nos liberan del pecado porque CRISTO ES MÁS que el PECADO.

  16. Desde Cristo la NUEVA LEY es que todo Ser que nace de hombre y mujer posee Espíritu de Dios y Alma: y el Alma debe purificarse, y el Espíritu debe gobernar y prevalecer. En modo que el Alma pura y el Espíritu de Dios en el Hombre enfrenten la muerte de la carne, y de Cuerpo Material tomen Cuerpo Espiritual. Tal es el Camino que Cristo Gobierna. Y nadie llegará al Padre sino es POR CRISTO. Y siendo Cristo DIOS, el Verbo, NO encarnará otra vez, y sólo en Jesús lo hizo, y su segunda manifestación será en potestad Divina y Portentosa… no en varón alguno, ni mujer, ni ser humano, ni otros que se pueda inventar. Y todo aquel, varón y mujer por igual, que se comprometa con Cristo cuan Dios Salvador debe Sellar su Compromiso de Fe en el Bautismo de Aguas y de Fuego, y de tal manera actuar y ejercer el Nuevo Sacerdocio bajo la Ley de Cristo. Desde el Bautismo todos somos Sacerdotes de Cristo… y nacemos de nuevo.

  17. Somos portadores de esta Doctrina y vivimos luchando por aplicar esta verdad y ser coherentes con esta realidad develada. Somos Consagrados a esta Ley de Vida. Para nosotros Cristo es una Camino Espiritual: de Oración, de Meditación, de Sabiduría y de Coherencia. La verdad es nuestro mayor desafío. En un Mundo basado y sustentado en la mentira, la hipocresía, la maldad, el dinero y las leyes perversas del mercado y del mercantilismo… en la violencia y en la guerra… es La Verdad la mayor Virtud que debe gobernar nuestros actos. Y Cristo Dios es nuestra Verdad: y es Cristo Dios quien nos hace libres.

  18. No somos ‘bíblicos’ en la forma ortodoxa y fundamentalista que caracteriza a cierta cristiandad institucional: no creemos que Dios en su Omnipresencia pueda caber en un libro, y consideramos idolatría la adoración a un instrumento artificial como figuras de yeso o libros de tinta y papel. Creemos que los pueblos, como el hebreo, ha dejado escrita su vivencia con Dios y su religiosidad, como lo hicieron los Hindú, los Persas, los Chinos, y en algún modo los ancestros de América. Mas, en nuestra coherencia debemos colocar toda herencia y testimonio bajo el cristal de los HECHOS de CRISTO, y debemos ampliar nuestra mente, y abrir nuestro corazón, para no caer en el sectarismo y el fanatismo, y CON ESPIRITU SANTO y DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL entender con Misericordia aquello que es realmente de Dios, qué es falso, qué es humano, qué es histórico y qué es manifestación de Sabiduría. Y también qué es CONTRARIO a Dios: como las guerras, las matanzas, el derramamiento de sangre, las venganzas, el incesto, la injusticia, la esclavitud… que en muchos pasajes de los libros hebreos se endosan y adjudican a Dios, y bajo el Cristal de Cristo NO pueden ser de Dios. Tales contradicciones no se pueden ‘aceptar por fe ciega’. Pues Cristo nos entrega Espíritu para que todo se nos enseñe.

  19. Sí, somos Evangelistas: en cuanto asumimos los Evangelios cuan regla moral y de coherencia de vida, para llevar a la práctica tanto en la Fe como en todo aspecto de nuestro desarrollo humano. Y Sí, somos Carismáticos en cuanto creemos y profesamos los DONES que Cristo nos entrega por medio de Su Sacerdocio y por Poder del Espíritu Santo.

  20. Somos CRÍSTICOS, Evangelistas y Carismáticos no por enunciación teórica, sino por y para PRÁCTICA de VIDA. Y nuestro propósito es y será: llegar a Conocer la Voluntad del Padre para poner por Obra Su Designio… y de tal manera convertirnos en Agentes del Reino de Dios para su Plan de Salvación, y participar en la Hora crucial del Advenimiento del Milenio de Paz y la Magna Presencia de Nuestro Dios Vivo manifestándose antes del Gran Cambio que se prepara y que se nos avisa en este Tiempo de Tribulación actual. Esto lo sabemos por Fe y por Revelación: y para eso existimos y luchamos cada día de esta existencia pasajera que debe trascender… o todo lo que somos y creemos es vana e inservible ilusión.

 

 – Sacerdocio bajo la Ley de Cristo – 

 

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